La influenza nos tomó por sorpresa, ante ésta situación los medios han tomado un rol muy interesante como es lógico y natural por el tipo de crisis.
El problema es que hay un choque de información evidente, contradicciones y verdades a medias que de repente provocan una incertidumbre mayor a la propia enfermedad. Hagámos un recuento rápido.
Hace una semana, el pasado jueves 23 por la noche, se hacía público que estábamos ante una amenaza por el incremento de posibles casos de influenza porcina, por su puesto que ésta situación llevaba ya algunos días y no fué un descubrimiento propio del día 23. El viernes 25, los gobiernos del Estado de México y del Distrito Federal anunciaban una campaña masiva de vacunación contra la influenza estacional, podemos deducir que estaban mal informados al respecto de que dicha vacuna no servía, ó estaban muy mal informados de que no era influenza estacional sino porcina, ó querían dar un placebo. Así, los gobiernos mencionados salieron al mercado a la compra de la vacuna, tan pronto se dió a conocer (basta con revisar las noticias del propio viernes 24 del diario el Universal) que las vacunas serían insuficientes, salieron todos los especialistas en medios rápidamente a decir que ni se molestaran en aplicarse la vacuna contra la gripe estacional ya que no serviría ante una sepa nueva. El mismo viernes 24, la sociedad mexicana se va a las farmacias a agotar cubre bocas, antivirales, etc.
Desde el viernes 24 al lunes 27 por la tarde, los medios nos bombardeaban con información constante, el diario el Universal publicaba aproximadamente 2 notas relacionadas al virus cada 10 minutos, el fin de semana por la noche las dos principales cadenas de televisión mexicana transmitieron un "programa especial" acerca de la influenza con sus máximos exponenetes del mundo de las noticias. Los partidos de futbol soccer en la capital se juegan a puerta cerrada. Para el lunes 27 entrando la tarde, México entero estaba nervioso y pendiente de las noticias, en el transporte público se regalan miles de cubre bocas, entonces se da a conocer que la OMS eleva el nivel de alerta de 3 a 4. Por la noche de ese día, ante el comunicado de la OMS, se desatan las compras de pánico, se agotan los cubre bocas, las cadenas comerciales se ven abarrotadas por mexicanos que van a comprar alimento enlatado, agua y otros víveres que denotaban que la gente se preparaba para una situación muy grave. Más entrada la noche el Secretario de Salud mexicano en su conferencia de prensa dice que no hay porque alarmarse, que por el contrario la situación está mejorando debido a la disminución del número de casos detectados y muertos; esto abrirá la puerta a la primera contradicción. Durante éste día también se dan declaraciones por parte de la OMS donde le pide a los laboratorios seguir produciendo la vacuna contra la gripe estacional en lo que se tiene una vacuna para la influenza porcina, es decir, otra contradicción a nuestros expertos, si ellos dicen que no vale en absoluto la pena utilizarla, si dicen que la sepa de la influenza estacional ya ni si quiera se desarrollará por no estar en tiempo, entonces porque la OMS solicita eso a los laboratorios?.
La mañana del martes, el Secretario del trabajo hace incapié en tratar de mover los trabajos en la medida de lo posible a casa aprovechando la tecnología, por otro lado el gobierno del Distrito Federal prohibe la operación normal de restaurantes limitándolos únicamente a la venta de alimentos "para llevar", se dice que son medidas únicamente de contención, lo cual contradice el comportamiento, es decir, cuando estábamos peor se suspendieron las clases pero ahora que ya estamos mejor aprovecharemos para fomentar que no haya aglomeraciones, algo un tanto curioso, y no estoy en contra de la prevención, pero la palabra indicaría acciones antes de y no ya que estamos mejor, supuestamente. Por otro lado, misteriosamente, las noticias reducen notablemente su cobertura a la influenza, obviamente no se podía dejar de lado pero las noticias reducen su frecuencia, acto que repercute más de lo que se cree en el colectivo psicológico, la gente percibe que hay una mejora en la situación dado que ya no se habla tanto. Ese día los medios no se cansan de repetir (una de las bases del convencimiento es repetir, y convence más si lo dicen López Doriga y Loret de Mola no? LoL) que no hay porque alarmarse ya que es una enfermedad que es curable casi en todos los casos si de detecta a tiempo, otra gran contradicción que los mexicanos pasamos por alto, si para entonces había no recuerdo si 7 o 20 casos reconocidos oficialmente de influenza porcina, era eso un número significativo como para decir que se podía curar? claro que no, estadísticamente de 7 a 20 muestras no son significativas para hacer afirmaciones con tanta seguridad; por otro lado se nos decía que hay medicamento suficiente, y sale de nuevo en las noticias de manera frecuente la noticia de que el cubre bocas no es suficiente, que no sirve del todo, al igual que la vacuna de la influenza, una vez que se agota se hace lo posible por disminuir la necesidad psicológica de éste, se invita a no hacer compras de pánico. Durante la noche, se le pregunta al Secretario de Salud al respecto de la vacuna de la influenza estacional, en particular si se sabe si alguno de los casos confirmados de la influenza porcina es de alguna persona que hubiese sido vacunada contra la influenza estacional, la respuesta es que no se sabe, sumado éste hecho con la solicitud de la OMS a los laboratorios del día anterior pareciera que la vacuna de la influenza estacional no ha probado del todo ser totalmente indiferente a la problemática actual.
Miércoles, el día pasa igual que el anterior con poca información, empiezan a registrarse casos confirmados en algunos países, la OMS ha citado a expertos a una reunión de emergencia, se especula que el nivel de alerta subirá de 4 a 5 a partir de ésta, la especulación se confirma. Curioso, en la conferencia de la noche se dice que no pasa nada, que los casos siguen relativamente estables, que vamos mejor, que el paso de nivel 4 a 5 es una situación no particular de mexico sino del mundo, y que solo significa que se han detectado casos en más de dos países, que habrá un incremento de medidas pero solo porque así lo establecen los protocolos de la OMS y no porque estemos peor. Todo ésto es cierto, solo que esa calificación de 4 a 5 es, para comenzar, la que más fácilmente subirá de nivel (es decir, se antoja una pronta elevación a nivel 6), y por su puesto que se abre la antesala para decir nuevamente cuando esto llegara a suceder que también es una calificación para el mundo y no para México, pero el juego de palabras nos envuelve rápido a los mexicanos, ya que de verdad hay mucha gente con esa frase se tranquiliza, sin considerar que México es parte del mundo, y que si el mundo está peor, México está peor, o por qué cuando se dió la crisis mundial económica el año pasado no se cansaban de decirnos que nos afectó porque al mundo le afectó y hoy con la crisis de salud al mundo le afecta pero a México no lo empeora?.
El uso del lenguaje, los elementos mediáticos, la carencia de información, etc. provocan un clima de total incertidumbre; lo que es de admirarse es como el gobierno está utilizando todos éstos elementos para controlar el pánico en la crisis, demuestra como las verdades a medias, el manejo de cifras, el ocultamiento o publicación de cierta información crítica puede mover el pensamiento colectivo. De verdad y sin ironía, creo que este será un caso de estudio en varios años acerca de la administración de la información y el manejo de situación de crisis.
En conclusión, si bien es cierto que cada día sabemos más acerca del nuevo virus, es tan irresponsable asegurar que estamos en una crisis sin retorno como el decir que la situación está bajo control. Estamos en una situación de ignorancia en el más puro sentido y sin ser despectivos, es decir, carecemos de información que nos permita como sociedad tomar decisiones, tal vez algún o algunos gobiernos sepan realmente lo que pasa, aunque lo dudo ya que el virus es un tema científico y no político, y por más que la comunidad científica les explique que tan bien o que tan mal estamos creo que no hay un reflejo real. Lo único que nos queda por hacer, es extremar precauciones, tomar decisiones basadas en criterio, no esperar posturas oficiales para actuar, ser socialmente responsables, trabajar duro y no tener falsos alivios, esperar hasta que haya una postura de solución definitiva. Lamentablemente se ha visto que los expertos están opinando igulamente en base a las posturas oficiales, así que por favor cuídense mucho.