No cabe duda que los ciudadanos mexicanos tenemos un espíritu íntegro y que está por encima de todos los problemas con los que estamos acostumbrados a vivir.
Hoy, mientras conducía hacia mi trabajo, encontré a un ciudadano quien a bordo de su vehículo Verna con placas 373SHP (lo menciono porque merece el pleno reconocimiento) repartía juguetes y dulces a niños de la calle, no hacía ningún tipo de discriminación, ni si quiera esperaba a que los niños se acercaran, él les llamaba y comenzaba la repartición, en cuanto terminaba con aquellos seguía su camino hasta encontrar a otros a quienes también les repartía su dotación.
Aunque por una parte éste tipo de acciones fomenta a que los niños de la calle sigan ahí, lo importante es el hecho de que una persona esté dispuesta a compartir algo de lo suyo con tal de brindar un momento de alegría a niños que no tienen la culpa de estar ahí, y que no por vivir en la calle dejan de ser niños.
Es un buen momento para reflexionar quiénes somos y cómo estamos contribuyendo de manera activa a que las cosas mejoren en éste país, es muy común que nos quejemos y que nos conformemos con ser solo espectadores de la situación y no tengamos acciones que repercutan en la sociedad de manera positiva, a veces pensamos que basta con no hacer nada malo con contribuir pero no movemos un dedo para que las cosas cambien.
En fin... da gusto encontrar a gente así en las calles.
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