jueves, septiembre 11, 2008

nine eleven

Las pérdidas ocasionadas por los acontecimientos del 11 de septiembre fueron cuantiosas en lo económico e inconmensurables en lo humano. El ataque provocó no solo la pérdida de confianza en los mecanismos de seguridad, también desató un odio automático entre 2 naciones que ese sí paradójicamente ha generado muchos beneficios económicos para algunos.

El 9/11 también ocasionó la pérdida de confianza en las inversiones tecnológicas para la recuperación de desastres.

Los desastres ya sean de origen humano o natural muestran lo poco preparadas que están las organizaciones y las personas para responder a acontecimientos que afecten la capacidad de respuesta de los servicios, pese a que la comunidad tecnológica ha trabajado mucho en establecer las mejores prácticas para los Planes de Recuperación de Desastres, poca conciencia se ha generado en las organizaciones en cuanto a los planes de continuidad de negocios (DRP y BCP respectivamente por sus siglas en inglés), como consecuencia de esta brecha en el entendimiento de los riesgos y sus mecánicas para acotarlos se han realizado importantes inversiones en infraestructura tecnológica, licenciamiento y comunicaciones, que normalmente no se justifican contra la criticidad de los servicios que recuperan, lo que esto provoca es que el costo interno de las áreas de tecnología se eleve sin generar ningún beneficio tangible a las organizaciones.

La recomendación para aquellos que se interesen por restituir un poco de la confianza de las organizaciones en sus áreas de sistemas, es promover la realización de análisis de impacto de los sistemas en las operaciones de los servicios y negocios (BIAS), eso ayuda a los responsables de las áreas tanto tecnológicas como de negocio a identificar la criticidad de cada servicio, inclusive identificar alternativas manuales de operación que resultan normalmente mas baratas que los DRP´s.

A título personal y para entender un poco mas de la historia reciente, recomiendo la lectura del libro “Afganistán también existe” cuyo autor Jordi Raich, nos transporta a conocer el pensamiento y forma de vida de ese pueblo tan temido por nuestros vecinos del norte.

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